miércoles, 16 de mayo de 2007

Tribus de Coexistencia


Como definición podríamos decir que las tribus urbanas son: aquellas pandillas bandas o simplemente agrupaciones de jóvenes que visten de forma similar, que poseen hábitos comunes y lugares de reunión.
Pero la verdad es otra.
Primero que nada no es un requisito ser joven para pertenecer a una tribu urbana, por otro lado muchas veces a las tribus urbanas se les denomina como delincuentes, cosa que tampoco es cierta.
La verdad es que para poder hablar de ellas es necesario estar dentro y yo creo ser un buen ejemplo. Siempre sentí una gran pasión por la música, y no es que quisieras ser una estrella de rock ni mucho menos, en realidad quería sentirme distinta a lo que la gente considera como normal. De pronto sin darme cuenta me vi rodeada de gente que aparentemente era como yo, estética y musicalmente hablando, con un humor ácido y con una ideología en común, claro que había una pequeña diferencia, yo era la más chica del grupo, era como el pollito nuevo así que no me salvaba de sus simpáticas burlas.
Íbamos y hacíamos carretes basados en nada, celebrábamos como si nunca hubiéramos celebrado algo antes. La sexualidad era variada por lo que confundir a heterosexuales con bisexuales era algo muy fácil. Pero sin embargo sabía tantas cosas que a veces no procesaba bien la información y confundía a algunos grupos con los nombres de sus canciones, pero lo mejor de todo era cuando bailábamos era como si nos hubieran liberado después de largos años en prisión, éramos rallados pero aparentemente buena onda, pero había algo que me hacía falta y que el resto no podía darme.
No se podía contar con ellos como amigos de verdad, era algo muy ridículo pues sólo era una apariencia que con el tiempo me fue opacando más y más y comencé a detestar estar con gente así, sentía que quería hacer cosas nuevas porque todo se había vuelto demasiado monótono y eso me hartaba. No puedo negar que conocí a gente que realmente vale a pena y aún siguen presentes en mi vida cotidiana, pero eso no me bastaba, yo quería algo más. Ya las fiestas masivas y las saliditas nocturnas me habían aburrido y eso me dio tiempo para hacer cosas que realmente había dejado de hacer durante años, escribir, que es algo que me llena demasiado. Aún así, me di el tiempo de pensar que era lo que realmente quería hacer, había dejado de estar con mis amigos, me había alejado de mis compañeros y me sentí como si todo fuera a terminar, entonces comenzó mi reencuentro con mis amigos de verdad, mis panoramas de fin de semana y lo mejor de todo es que tuve tanto tiempo para pensar y seguir pensando que la esencia de lo que amamos está en nosotros mismos y no en la ropa, ni en los postérs de mi pieza, ni menos en pretender cambiar para agradar a los que creemos que son como nosotros. Y es que nos queda tanta vida por vivir, que encasillarte y cerrar la mente no nos lleva a nada, es más muchas veces nos alejamos de la gente que realmente queremos o perdemos la oportunidad de que gente que nos valora por lo que somos sin importar cual sea nuestra apariencia o esa estética que muchas veces usamos como un escudo para enfrentar al resto de las personas.
Es muy fácil dejarse llevar por el resto, pero ahí es cuando debemos actuar y ser firmes pues el amor propio a veces nos falla. Coexistir con el resto es un reto que vivimos a diario, no solamente con nuestros pares, sino que con el mundo en general.
Alguien un día me dijo “De los errores se aprende” y es tan cierto, a veces cuando caemos es difícil levantarse pero si lo hacemos nos volvemos más fuertes.
Cuando estas dentro de una tribu te sientes lleno, si estás fuera vació,
Pero si dejas de ser quien eres
No vale la pena seguir mostrándole una falsa identidad al resto, porque
Lo que somos va por dentro, es nuestra esencia y no en la ropa, ni en las chapitas que usemos para adornar nuestras mochilas.

2 comentarios:

Fer dijo...

Que Interesante!
me gusto muchisimo tu forma de
ver las cosas Xiomara, eres bien
realista para ver la cosas y
concuerdo en varios puntos tuyos.
Es necesario ser uno mismo para
que te acepten tal cual eres, o
si no, no valdría la pena estar
envuelto dentro de una Tribu, verdad?.


Ya, no vemos en el colegio!
cuidate harto.

Tau.

Feña Díaz.

Roberto_Carvallo dijo...

bien, bien bien Xiomara